"Así soy yo"

“Así soy yo, y no voy a cambiar. Si me quieres acéptame como soy”, es una frase muy común entre las parejas cuando se viven discusiones alrededor de un hábito, acción o costumbre que a uno no le gusta del otro.

Son normales los debates entre la pareja sobre el como uno de los dos come, como se viste, los temas de plática con los amigos, algo que hace o deja de hacer en el baño, algún gesto o sonido que produce, como trata a su pareja, hasta sobre alguna adicción, y cuando el “acusado” se resiste a cambiar prefiere vincular el hábito a su persona o personalidad para defender el hábito o acción. Así es, tendemos a unir, pegar o atar esa acción que hacemos con nuestra persona, y terminamos por definir nuestra persona a partir de esta acción, por lo que esta se vuelve poderosísima. Defendemos los sorbos que le damos al café o la manera intempestiva en la que manejamos porque, argumentamos, que son parte de nosotros. En muchas ocasiones no sabemos ni por qué está ahí el hábito, puede ser que lo aprendimos desde niño, es un símbolo de rebeldía de cuando fuimos adolescentes que se quedó ahí atorado, es algo que nos vincula inconscientemente a alguien que ya no vive o nos hace sentir seguros o mejor.

Leer más